El
Rey Alfonso I de Aragón, El Batallador, conquistó la
ciudad en 1118.
Tras la reconquista de Zaragoza, se inició la reforma
del palacio. Se considera el palacio como uno de la principales
focos de la irradición del arte mudéjar aragonés.
|
En 1292, Jaime II ordena al merino de Zaragoza
que efectúe
en la Aljafería una serie de reparaciones que son necesarias
para su correcta adecuación. Se convirtió la Aljafería
en el palacio de los monarcas aragoneses, quienes además
llevaron a cabo en su interior sucesivas obras de ampliación
y de recondicionamiento.
|